Cuentos de quien no sabe lo que hace

Autor: Flavio (Página 4 de 4)

Kaprona Capitulo 6: Pide Un Deseo

Yersinia Pestis, una pequeña bacteria había exterminado casi dos tercios de la población de Europa en el Siglo XIV. Lo mencionó sin darle mucha importancia nuestro profesor de historia mientras estudiábamos las materias relacionadas al Renacimiento, uno de los cambios culturales, sociales y técnicos más importantes de la humanidad.

Mientras el profesor hablaba del Renacimiento, yo no podía dejar de pensar en todas esas almas que habían desaparecido, en el terror, la impotencia y en el dolor. Imaginaba a las masas caminando entre medio de la podredumbre y el hedor de ciudades grises y húmedas en decadencia.

Los señores feudales que estaban “designados”  por Dios para ser los dueños, guías y protectores  de sus vasallos habían sido abatidos sin piedad, habían perdido la bendición, ante la Muerte Negra no eran más que plebeyos. La Fé tampoco había sido de ayuda para los sacerdotes. La Peste no supo de Dios o quizá se le rebeló. Un nuevo orden surgiría después del caos.

-Flavio, despierte –me dijo el profesor mientras se reía al mismo tiempo que mis compañeros.

-No estaba durmiendo, sólo pensaba en… -dije avergonzado.

-Primero ponga atención, si no aprende, no tendrá nada en que pensar –seguían las risas.

-Disculpe, profesor –asentí, no quería arriesgar el recreo y la expedición que haríamos a Kaprona en un rato más.

Una vez en Kaprona, Rodrigo nos guió hacia una nueva ruta, la ruta de Las Lianas la llamó.

-Te puedes mover entre los árboles como Tarzán –nos dijo entusiasmado.

Caminamos por sobre una huella que se asomaba apenas sutil por sobre húmedos pastizales. Después de mucho andar llegamos a un bosque que crecía junto a una quebrada, más abajo se distinguía un riachuelo que cristalino bajaba por entre rocas cubiertas de musgo.

Los árboles eran muy altos, no podíamos ver bien donde terminaban sus densas copas y desde ellas caían las lianas de las que nos había hablado Rodrigo.

Nos quedamos mirando el bosque con respeto, con ese silencio que sólo puede provocar una belleza virgen recién descubierta.

-Son firmes –nos dijo Rodrigo mientras daba un tirón a una de las lianas para graficarlo.

Nosotros seguíamos en silencio mirando ahora la quebrada y el riachuelo que se movía unos veinte metros más abajo.

-OoooOOOO ooooOOO  ooohh!!!! –Imitando el grito de tenor de Tarzán, Rodrigo había saltado quebrada sujetando una liana con una mano.

-Este huevón se va a matar! -dijo Héctor mientras me daba un empujón, como queriendo decirme “haz algo tú”.

Cuando la liana se tensó, Rodrigo se balanceó con las piernas para tener más impulso y con la mano libre alcanzó otra liana que pendía por sobre el riachuelo, luego con un nuevo balanceo alcanzó la otra orilla de la quebrada.

-Bravo, te pasaste –le gritó Nelsón. Todos aplaudíamos.

Con una gran sonrisa Rodrigo nos saludaba desde el otro lado.

-¿Vieron? , es fácil.

-¿Fácil?, es muy peligroso –lo dije y realmente lo sigo pensando.

-No sean gallinas, es muy divertido – contestó Rodrigo desde la otra orilla, mientras hacía nuevamente su acto de trapecismo , este vez viajando de vuelta.

Nelson tomo una liana, pero dudó en tomar la siguiente y dando un giro retornó.

-Esto es de lo mejor! -exclamó y le alcanzó la liana a Héctor, quién hizo el mismo viaje que Nelson.

Después de varias pruebas con una sola liana, finalmente nos decidimos a cruzar la quebrada. Cosa que resultó ser bastante sencilla para los tres. Rodrigo nos miraba con superioridad, nos hacía indicaciones técnicas y dirigía nuestro entrenamiento.

Una vez que estuvimos en la otra orilla, Rodrigo que se había quedado atrás para asegurase que no nos acobardáramos, anunció que haría un salto más arriesgado.

-Voy a tomar vuelo y de un salto voy a agarrar la liana más alejada sin usar la primera –a esa altura le creíamos todo, así que le dimos ánimo.

Contó diez pasos hacia atrás, se escupió sus manos y después se las limpió en los pantalones. Hizo unas cuantas inspiraciones y exhalaciones profundas.

-¡Reeeespetable público, les pido silencio!, ante ustedes se presenta por primera vez y quizá la últimaaa, el hombre que inspiró a Edgar Rice Burroughs para crear al mítico Tarzán –dijo de pronto Héctor, el eco de la quebrada le daba mayor solemnidad a su anuncio.

-Este hombre fue criado entre tribus aún no descubiertas, donde se le ungió con poderes secretos provenientes de los espíritus del viento –continuó Héctor –esta veeeeez…. llevará sus talentos inhumanos a un extremo jamás visto por sus antepasados…

Entre risas aplaudíamos, no sé si a Héctor o a Rodrigo.

Héctor hizo un ademán para indicarle a Rodrigo que era el momento. Instintivamente aguantámos la respiración mientras Rodrigo corría hacia la quebrada. Dio un gran salto y con ambas manos alcanzó la liana que pendía por sobre el riachuelo, aplaudimos a rabiar… un sonido seco cortó nuestro entusiasmo, la liana cedió y Rodrigo se azotó con fuerza contra la ladera en nuestra orilla de la quebrada.

Estábamos helados, Rodrigo no se movía. Bajamos lo más rápido que pudimos.

-¿Estás bien? –le gritaba Nelson. No contestaba y percibíamos apenas un ligero temblor, como si estuviera en un shock de esos que dan en las películas cuando estás a punto de morir.

-¿Crees que esté agonizando? –Me preguntó Héctor. –No lo muevan –nos advirtió acto seguido.

Con mucho cuidado y miedo empezamos a darlo vuelta. En ese momento sentimos la risa de Rodrigo.

-Ay ay, me saqué la cresta, ja ja ja, me duelen las costillas – se quejaba y se reía. Aliviados nosotros también.

Pronto se reincorporó como si nada y subimos a ver que había de este lado. Seguimos la corriente del agua para no perdernos hasta que llegamos un lugar donde el agua se apozaba, en el centro había una isla de no más de no más de cinco metros de diámetro, en ella crecía un pequeño árbol, casi era un bonsái.

Nos sacamos los zapatos y arremangándonos los pantalones por sobre las rodillas caminamos por el agua hacia el islote. Del arbolito colgaba una fruta diminuta de color rojo que no conocíamos. Acordamos que era un lugar mágico y nos tendimos de espalda en la arena para recibir su bendición.

-Flavio, cuéntanos la historia de este lugar –me pidieron. Asentí, cerré los ojos para concentrarme y las palabras brotaron solas de mi boca:

-Yersinia Pestis –murmuré sin saber por qué.

-¿Qué dijiste? –preguntó Nelson, a él le gustaban las palabras y sonidos raros.

-Yersinia Pestis , así se llamaba la bacteria de la peste Bubónica. ¿Se dan cuenta que sin la Peste Negra, el renacimiento no habría sido posible?

-Qué estuviste fumando Flavio –se rió Héctor.

-Déjalo que siga, suena divertido –dijo Rodrigo mientras continuaba sobándose las costillas.

-La peste barrió con la idea Teocéntrica y dio paso a una nueva cultura centrada en el hombre y la ciencia. Esa energía que se le robó a millones de almas se entregó a los que quedaron para crear un nuevo ciclo de desarrollo…

-No entiendo –dijo Nelson. –¿A dónde quieres llegar?

-Recuerdan, nuestra primera clase de Física –negaron con la cabeza, pero continué –la primera Ley de la Termodinámica, dice que la Energía no se crea ni se destruye. Sólo se transfiere de un lugar a otro, solamente se necesita una acción, un catalizador para lograr ese intercambio.

Me puse de pie y alcé la voz:

-¡Este pequeño fruto que ven ahí tiene el poder de cambiar la energía! Sólo basta con desear algo y les será concedido, pero…. y hago énfasis en esto, deben tener en cuenta que lo que se les otorgue a otro le será arrebatado.

-Ja ja ja –Es la historia más huevona y mejor que te hemos escuchado Flavio.

-No sé cómo se me ocurrió – y de verdad que no lo sabía.

-¿Dices que si como la fruta puedo pedir un deseo? –preguntó Nelson.

-Eso dije -¿lo había dicho realmente yo?. –Pero no lo intentaría, esa fruta puede ser venenosa.

No terminé de decir mi última frase cuando Nelson ya se había tragado la fruta. Héctor y Rodrigo no paraban de reír.

-¿Cuál fue tu deseo? –preguntó Rodrigo.

-No lo puedo decir, además ni siquiera debe ser verdad, es una historia que inventó Flavio, sólo lo hice de broma.

Días después, la profesora de matemáticas empezó a entregar las calificaciones de nuestra primera prueba. Yo no ponía mucha atención, de verdad que no me interesaba la nota, siempre la sabía con relativa certeza, nunca la mejor, pero siempre bien, lo suficiente para que mi mamá no me exigiera estudiar, pero no tan buena como para sentirme exigido a estar en los primeros lugares.

Las pruebas se entregaban en voz alta en orden descendente de calificación. Al ser nombrado cada uno debía pararse y caminar hacia la profesora para recibir su prueba y por supuesto el comentario de aprobación o reprobación según fuera el caso.

La verdad que lo único que me interesaba era ver las sexys piernas enfundadas en esas medias negras caladas de la Srta. Mozzini . Además ya me sabía el orden de entrega de las pruebas, era demasiado predecible, primero Ana María, después Alejandra, Soledad y seguidamente Lisandro, el único de los hombres que estaba a la altura de las mejores alumnas del curso. Y así fue:

-Ana María un siete –Ana María se levantó y con la tranquilidad que da la costumbre retiró su prueba. -muy bien como siempre.

-Alejandra un siete, este año parece vas muy motivada.

-Soledad un siete…que alumna más aplicada -continuó la Srta Mozzini.

Yo solo seguía atento al cambio de cruce de piernas que la Srta. Mozzini hacia cada cierto tiempo.

-Nelson un siete.

-Wow! ¡Bieennnnn!!!  -se escuchó desde el fondo de la sala, era Nelson que corría hacia adelante. Recibió la prueba y se arrodilló besándola hacia el cielo. Lo aplaudí como todos con entusiasmo, es que esa nota no era para nada común en él, más bien era del promedio para abajo.

Yo recibí mi seis correspondiente, así que todo habría sido como de costumbre, …sino se hubiera escuchado lo siguiente al final.

-Lisandro un tres.

-Ooohh -fue el coro que se escuchó por toda la sala.

Miré a Lisandro al igual que todo el curso, el caminó con vergüenza y sorpresa. Seguidamente miré a Nelson, pero el no se dio cuenta, seguía besando su siete.

El resto del año siguió igual, Nelson entreverado entre los mejores alumnos, celebrando cada resultado de rodillas y Lisandro ahora con una nueva realidad, luchaba por pasar los cursos.

Muchos años después le pregunté a Nelson por su deseo y si tenía algo que ver con sus calificaciones, sólo se rio.

-Flavio, eres el único que se acuerda de eso. Fue un cambio que sólo se dio, de un día para otro entendía todo y las notas se dieron solas. Ni mi madre se acuerda.

Pero a mi me cuesta olvidar… Yersinia Pestis.

 

El Conjuro 2 ….que película

No veía una película de terror hace tiempo, me refiero a esas que dan miedo sin mostrar tripas, pedazos de cráneo, zombis  o monstruos con la boca grande y babosa. Esas últimas también me gustan, pero como películas de acción, ya saben, puro “combo y patá en locico (léase como en el hocico)”. De lo que estoy hablando es de películas como La Profecía, El Exorcista, El Aro y La Dama de Negro;  que en orden son las que me han dado más miedo. Por los comentarios que había leído, El Conjuro 2 era de las que entraban en esa categoría, dicen que la historia es real, muestran las pruebas y que incluso un hombre murió en el cine mientras la veía.  Yo no iba a morir, me hice un chequeo médico hace poco y estoy bien del cuore.

Voy a contar la película tal como la vi y la sentí, capaz que los protagonistas para los críticos y para ustedes sean otros y yo omita algunas cosas importantes, pero la crítica profesional dejémosla a los especialistas.

La película parte con unos tipos sentados en una mesa redonda con las manos tomadas. La habitual toma de los espiritistas chantas, pero estos eran de verdad. La idea era descubrir que había pasado realmente en esa casa, lo que se sabía es que había habido un asesinato múltiple y el asesino decía que había actuado poseído.

Lorraine Warren era la médium, de esas que ponen los ojos blancos, pero no de placer, sino que para asustar; rápidamente entra en trance y empezamos a recorrer la casa con ella en otro plano dimensional, lo típico, todo se ve en blanco y negro y  las voces se escuchan lejanas , con eco y todo pasa en cámara lenta –¿será así el más allá, en blanco y negro? y ¿tienes que gritar para que te escuchen?

Lorraine camina por un pasillo y se para en una pieza donde hay una mujer llorando sentada en el borde de la cama  mirando hacia otro lado -no la ha visto- y el marido al lado muerto de un  disparo en la cabeza… después de unos segundos de tensión, la señora se da vuelta hacia nosotros y grita: ¿Por qué lo mataste!!??? . Ahí salté del asiento, menos mal que Lorraine le pegó un balazo en la frente, headshoot!!! –recuerden que era el asesino- .

Después se mete a otras dos piezas y mata al resto de la familia. Lorraine logra separarase de su rol de asesino –desdoblarse parece que se dice – y empieza a llorar. Su marido Ed Warren desde el ¨más acᨠo el presente la trata de hacer volver, pero en ese momento aparece un personaje imprescindible en las películas de terror, ¿ya adivinaron?

Los que pensaron que era una niñita de pelo rubio y vestido blanco que corre cantando y tiene una risita con eco, casi le acertaron, esta vez era un niñito de polera ochentera con rayitas horizontales, igual corría, pero sin risita, este se parecía más a Chucky, pero con el pelo corte principito. Seguimos al chico, aunque sabemos que no hay que hacerlo y cuando se detiene está apuntando con la manito hacia el final del pasillo… hay una figura borrosa que apenas se distingue entre la oscuridad, flaca y alta, de pelo largo o tiene una manta encima…momento, ahora se ve mejor… es una monja y su cara, …su cara tiene algo raro, deja que nos acerquemos, está pálida, es como Krusty, mezclado con El Payaso Asesino, pero disfrazado de monja, porque aunque está vestido de monja, esa wea que está dentro del hábito no cocina rico ni cagando.

Lorraine hace lo que no haría nadie más, pero como es película, está obligada, lo sigue hacia un sótano. Yo estaba cagado de miedo. Era todo gris y se veía poco, sólo se escucha una respiración que yo sabía que no era de Lorraine.

En este momento y para varias escenas hacia adelante hice una cuestión bien de niñita cobarde. Soy miedoso y también me da vergüenza cerrar los ojos, taparme los oídos, huir, etc. Así que lo que hago es fijar la mirada en algún lado cerca de la pantalla, como para que parezca que igual estoy viendo. El problema es que siempre, como que si la parte qué más asusta tuviera un imán, termino justo mirando igual. Por eso, no retuve mucho detalle de las escenas.

La monja payaso, después de asustarnos varias veces en esas escenas que desaparece y aparece por cualquier lado, para puro webear, finalmente le muestra a Lorraine una imagen donde Ed está muriendo ensartado por un palo…era una advertencia.

La sesión de espiritismo termina y nunca se supo más de la historia del asesino, lo digo para que no pregunten.  Todo lo anterior era sólo para que supiéramos lo poderosa que era la médium Lorraine.

En todo caso Lorraine queda con susto y decide retirarse a hacer una vida familiar, supongo que para salvar la vida de Ed.

Lo que viene después es la película de verdad.

Empieza como una postal,  la típica casa inglesa de dos pisos, antigua, húmeda, pegada a la de los vecinos. Como siempre en Inglaterra no hay sol, siempre está nublado y los barrios son lúgubres, creo que no existe mejor lugar para las películas de terror, no me imagino una película de fantasmas en Cancún. La familia que habita la casa, los Hodgson, también es normal, la madre está separada y tiene cuatro hijos, dos niñas y dos niños; por supuesto, tienen problemas económicos.

No es la idea contar la película, sólo voy a dar algunas reseñas sin spoilear. La movie es bien estándar, llena de lugares comunes, pero muy bien hecha.

  • Los hechos paranormales se desencadenan una noche cuando Janet, la segunda de las hermanas, empieza a jugar con una tabla Ouija. Tanta película de terror que empieza con la misma wea y todavía no aprenden que si juegan con eso después viene el Coco.
  • Uno de los hijos tiene en el final del pasillo una carpa hecha con una sábana. De nuevo, cuántas veces no hemos visto que dentro de la carpa duerme el Coco. La carpa está durante toda la película, nadie la desarma y eso que es uno de los lugares donde más aparecen los fantasmas. Hay hasta huracanes dentro de la casa, pero la carpa hecha con una sábana siempre está incólume, se corta la luz en toda la casa, pero la carpa tiene luz.
  • A veces en la pieza de al lado está la media cagada y la mamá y todos los que se supone van a cuidar siguen durmiendo como troncos.

¿Qué tienen que ver los Warren con todo esto? Es que cuando la cagada ya es muy grande, los fantasmas asustaron a los policías y hasta  la prensa está enterada, la iglesia católica llama a los Warren para que vayan a investigar. Lorraine se niega en un principio, porque se acuerda de lo que le mostró la Monja Payaso, pero Ed la convence. Yo entendía que los ingleses son más bien protestantes, pero una película de terror tiene que ser con curas católicos,porque los más bacanes para el exorcismo son ellos.

Acá como en toda película de terror, nadie cree en lo que ve. Entonces pasan días y semanas en que los Warren y otro séquito de investigadores están recolectando pruebas y por mientras todo se empieza a poner mucho más grave.

A pesar de lo común de la trama, el director hace un trabajo muy bueno en la forma como nos va arrastrando hacia el clímax de cada escena, sabes que te van a asustar y te preparas, pero caes igual.

Que sea un hecho ¨verídico¨ tiene algo bueno y algo malo. Lo bueno es que da más miedo al pensar en  la posibilidad de que la historia sea real. Y lo malo es que el final es demasiado simple.

Acá va el spoiler, así que los que no vieron la película y todavía la quieren ver no sigan leyendo.

Lo que me decepcionó fue el final, todo se resume en que para derrotar al demonio  -La Monja Payaso-, sólo había que saber el nombre del demonio, ni siquiera era complicado, no era como en los cuentos, no se llamaba Rumpelstinkin, era súper simple, se llamaba Valak, más encima la misma monja le dijo su nombre a Lorraine en un sueño. No hubo una pelea épica con rayos y superpoderes, no fue necesario ningún cura católico, simplemente Lorraine dijo:

  • Tu nombre me da dominio sobre ti demonio. Y ya sé cuál es tu nombre. Eres Valak. El blasfemo. El profano… Salido del pozo de las serpientes. En nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. ¡Te condeno de vuelta al Infierno!

O sea Valak, nuestro Rumpelstinkin o La Monja Payaso, después de todas las cagadas que se mandó, era como un alumno en práctica, apenas un becario.

Y eso fue todo, después calabaza, calabaza cada uno para su casa.

Otra parte lograda de la película es que mientras salen los créditos -“las letras” le decimos los que no somos cinéfilos- van mostrando las fotos reales junto con las tomas de la película para que veas que no es un invento, al menos los personajes existieron. También pasan una grabación real de Janet poseída hablando como demonio. En todo caso ninguna de esas “pruebas” demuestra que los hechos sucedieron tal como la película los cuenta o que los verdaderos protagonistas no mintieron.

Pero… ¿y si de verdad pasó?

Tuve mi primera experiencia con Feisbuc

Sí, desde ayer tengo Facebook, pero aclaro que es para la página web: https://www.facebook.com/EntreMonosySerpientes/ . No tenía uno personal, lo tuve hace años cuando Facebook recién estaba partiendo y competía con Fotolog –esa wea aclaro que nunca la tuve-, pero al poco tiempo lo cerré, es largo de explicar, pero pueden elegir cualquiera o varias de las razones siguientes:

  1. No soy fotogénico – por no decir que muy rasca y feo, entonces me da vergüenza subir mis fotos.
  2. Casi lo mismo que arriba: mis amigos me etiquetaban en las fotos que ellos subían.
  3. Tengo menos de 13 años y no se me ocurrió que se podía mentir.
  4. Soy muy viejo y la silla de ruedas no tiene mesita para el computador.
  5. Me descubrieron en alguna mardá -entiéndase como algo más escabroso que una maldad-.
  6. Tengo vicios y salí etiquetado bajos los efectos de ellos -al menos del alcohol-.
  7. Entendí que para pasarlo bien, que significa cumplir con los puntos 5 y 6 hay que ser invisible en las redes sociales.

Como sea, hace años que no veía Feisbuc por dentro, no me sorprendió lo fácil que es crearse uno, apenas ya estuvo listo,  Oh My Gosh!!! … me recomienda que agregue a personas que quizá puedo conocer… Señor Feisbuc, usted es un satánico, a todos los conozco!!!, el primero que sale es “el Negro”, un amigo guatón y tostado… mmm no me interesa, lo veo siempre, después sale el Conejo, no sabía de él hace tiempo, pero no somos tan amigos, tampoco lo agrego…. A ver, ¿y esta minita???, hago click, Dios!!!  Tanta foto, decido rápido y me salto las de los niños, los cumpleaños del marido  y me voy directo a las vacaciones de verano – era que no-  jaja que cochina, parece desfile de bikinis, es como los catálogos esos que se usan para vender lencería que tienen las secres en la oficina cuando hacen el matute. Suficiente, paso de largo a todos los hombres y sigo con las recomendadas, por supuesto las más flaquitas y como soy bueno para las matemáticas (que elegante forma de evitar decir que soy caliente) me fue revelado el patrón que siguen:

  • Las que se saben ricas siempre tienen fotos en traje de baño.
  • Si tienen una pareja celosa se las arreglan para sacarse la foto igual, que parezca casualidad, porque hay un montón de amigas más o salen con los niños en primer plano, pero ella está bien adelante y se asegura que nadie la tape. Las que están más restringidas salen con el marido al lado.
  • Se sacan hartas fotos en situaciones cotidianas, pero la pose es igual que las de las modelos de la revista Vogue.
  • Hay que evitar los perfiles donde en la foto principal la mina muestra la mitad de la cara.
  • Si en vez de una foto de ella, hay un paisaje o algo parecido con una frase de tarjeta de cumpleaños, olvídenlo.
  • Los puntos 4to y 5to, no es que correspondan a minas feas, de hecho miré sólo a las que sé que son ricas, jaja, lo que pasa es que no van a encontrar nada adentro que ya no conozcan…. Son monjas.

Me podría convertir en un verdadero sicópata en esto, así que prometo nunca ver sus perfiles de Facebook.

Conectando mi mundo espiritual

Le tengo una sana envidia a quienes tienen talento musical, a los que cantan o son virtuosos con algún instrumento. Sobre todo a aquellos mutantes que son capaces de crear acordes y melodías memorables, no importa si es reggaetón o una sinfonía, ellos son capaces de aferrarse en algún lado del cerebro y mezclarse con nuestros recuerdos y sueños….ufff como nos hacen revivirlos para darle forma y consistencia.

Eso me pasa a mí, con algunas canciones, todo lo que pienso toma forma y por mientras dura ese encantamiento me fundo con mis sueños y mis recuerdos.

Iba en manejando a la hora del taco hacia el trabajo, era temprano y hacía frio… Para mí los tacos no son un problema, es como si tuviera un piloto automático, por mientras aprovecho ese momento de intimidad para sentir el ahora.

En eso estaba cuando en la radio se escucha Loco de Enrique Iglesias ft. Romeo Santos… y no cualquier versión weon… en versión bachata…. Y me la sé…  como ya les conté estaba en mi momento de trance, entonces subí el volumen y ahora era Enrique, Romeo ft Flavio, ahí con los dos me peleaba los coros, la parte de Romeo me sale bien, igual llego al tono.

En la esquina de una universidad, hay un paradero que se llena de estudiantes esperando cruzar la calle, es uno de los segmentos  más pesados del taco. Pero no me importaba, yo estaba en una lucha por encontrar mi espacio dentro de la canción.

Cuando llega la esa parte que dice: Unnnn locooo por besar tus laaaaabiosss…. ahí le puse con todo, claro cómo me va a ganar Santos, si esa canción la hicieron para mi….

De pronto escucho unos aplausos que no son parte de esta versión, miro hacia atrás y conchatumare… tenía las ventanas traseras abiertas… Los pendejos de la U estaban cagados de la risa y me aplaudían. Que plancha por la cresta… los quedé mirando, les hice una reverencia y lentamente subí el vidrio, por dentro sólo quería que avanzara el taco.

Qué manera de ser weon, peor aún,  ahora ya ni me gusta la canción….

El Examen De Mi Suegra

-Flavio, mañana viernes van a estar listos los exámenes de mi mamá, queda cerca de tu trabajo, ¿puedes ir a buscarlos? –dijo mi esposa, sabiendo que no tenía como negarme.

-Sí claro, ¿A qué hora? –respondí de buena gana, sería una buena oportunidad de ganar puntos con ella y mi suegra; nunca está de más tener ese tipo de ¨ahorros¨.

-Tiene que ser antes de las 5:00 pm – me advirtió.

-No hay problemas, salgo temprano y paso – el compromiso estaba hecho.

Mi suegra sobrevivió a un cáncer linfático y ya hace un par de años viaja a hacerse sus controles periódicos a Santiago.

Hoy el día estuvo muy soleado, se nota que la primavera está por llegar, con mis compañeros de trabajo fuimos a almorzar a un restaurant de carnes argentino, nos sentamos en la terraza, la sobremesa fue larga y entretenida. Cuando llegamos a la oficina, nos esperaba la celebración de los cumpleaños del mes, a la que obviamente me uní, pues yo era una de los festejados. Mientras comía mi pedazo de torta, me acordé de unos emails importantes que había dejado pendientes de repuesta, así que me disculpé y me dirigí hacia mi escritorio.

“Que rápido se pasa el tiempo! -pensé,  ya eran las 5:15 pm… Un escalofrío me recorrió desde la espalda hasta la corona de la cabeza…Mierda!!, los exámenes…

Urgido llamé a la clínica y me informan que los exámenes se entregan sólo hasta las 5:00 pm y que tendré que esperar hasta el próximo lunes. Insistí, pero no hay caso, nadie se apiada de mí.

Tomé el auto y me dirigí a la casa lo más rápido posible, en el intertanto trataba de imaginar una buena excusa y pensé que lo mejor era pedir ayuda. Para algo que sirva WhatsApp…entonces hice mi inventario de recursos disponibles:

Grupo de ex alumnos de la universidad  -Descartado, no hay suficiente confianza con muchos de ellos. Sólo se usa para datos relacionados al trabajo y uno que otro meme.

Grupo de ex compañeros del colegio –Muy general, no voy a poder filtrar mientras conduzco toda la información, descartado.

Grupo de ex compañeros del colegio buenos para el hueveo –Sí, me sirve, seguro me van a aportar con alguna idea, aunque voy a ser el foco de las burlas, pero me arriesgo, porque hay confianza.

Germán, un amigo zorrón e infiel, aunque después de años igual lo descubrieron y lo echaron de la casa –Aprobado, seguro cuento con su experiencia.

Amiga que no es amiga de mi esposa –También me sirve, puedo chequear con ella la excusa que me den.

Mientras manejo les chateo y les cuento que ya he usado las siguientes historias y no las puedo repetir: El neumático pinchado, el incendio en la oficina y la discusión con el carabinero incomprensivo que me detiene para pedirme los documentos.

-Di la excusa del motel –me dice un amigo del grupo. Qué gracioso,  le insisto que es en serio.

-Jajaja –varios de los integrantes del grupo.

-Aporten mierda… no sean insensibles con el amigo necesitado -Les imploro.

-Cerraron por balance e inventario -me dice otro amigo del grupo, al menos uno se lo tomó en serio.

-No sirve, mi esposa es capaz de llamar y se va a dar cuenta que no es verdad -le escribo.

Por mientras le pregunto a mi amiga si recuerda alguna mentira memorable que le hayan dicho y sólo responde:

-Jajajaja, te van a putear –Y no me dio ningún dato.

Pero, Germán me ilumina:

-Estás enfermo, tienes diarrea –Como todos los gurús, fue escueto y preciso, un grande.

Sí, eso era ¿Quién va a estar esperando un examen con incontinencia estomacal?, los baños en esos lugares son insalubres, quizá que enfermedad me puedo pegar ahí. Mi mente empezó a expandirse entorno a la idea de Germán.

-Me dieron esta excusa: tengo diarrea -le dije a mi amiga.

-Jajajaj, síii esaaa, jajaja -me contestó, pero en realidad no sé si está muerta de la risa con mi situación o de verdad a ella le haría sentido.

El asunto, es que no se me había olvidado algo trivial, eran los examenes de la suegra.  Entonces tenía que agregar un factor que le diera realismo, no me podía arriesgar.

-¿Y si entro corriendo a la casa, no le hablo a nadie, voy directo al baño, me meto los dedos a la boca y vomito? –le escribí al grupo y a mi amiga.

Todos los del grupo me escribieron risas y nadie me pronosticaba un buen final. Mi amiga por otro lado me dijo:

-Jajajaja, la cagasteee.

Eso no supe qué significaba, pero ya no tenía tiempo de pensar, ya había llegado a mi casa.

Seguí el rol tal como lo pensé, entré a la casa corriendo y para suerte mía, estaba mi esposa con un par de amigas  tomando once. Lo siento, pero la actuación debe ser creíble, así que entré al baño de visitas y vomité ruidosamente. Supongo que el té dejó de ser agradable, pero era eso o mi vida.

Toc Toc, golpean la puerta del baño.

-Flavio, ¿estás bien?.

-Sí, no tengo nada –Y era verdad, era verdad que no estaba enfermo y también que no me quedaba nada en el estómago.

-Abre la puerta, quiero ver que tienes –me dice realmente preocupada.

Salgo y le explico ¨lo que pasó¨, que estaba esperando el examen y faltaban muchos números y le muestro un número de atención de una farmacia que encontré en el auto (puse cara de pena también). Las amigas de mi esposa me interrumpen y dicen que lo primero es mi salud, el examen va a estar ahí el lunes también y un par de días no significan nada, pero yo debo cuidar de mi salud- ¨Que Sabias¨ pensé.

Ahora estoy escribiendo esta historia acostado mientras me hacen una sopita de pollo.

¿Qué tal?

El Reencuentro

A medida que pasa el tiempo la nostalgia se hace demasiado tangible, no hay nada que se pueda hacer al respecto. Es como la niebla que avanza por el rio, ella te envuelve de a poco, de pronto sin darte cuenta casi no hay nada más, así que durante el tiempo que dura no piensas en mucho más que en ella. Es una sensación agradable, al menos aún no conozco a alguien que le tema a la niebla, a la nostalgia tampoco, que de eso estamos hablando.

Hace tiempo estoy sumergido en mi propia niebla, construyendo caminos y puentes desde el presente al pasado. Aprendí a no hacer la ruta desde el pasado, es mucho más interesante recorrerla desde el presente. En este ¨punto seguido¨ estuve mucho rato pensando en cómo explicar lo anterior, y finalmente decidí que quizá lo que vaya escribiendo de ahora en adelante lo explique por sí sólo.

También aprendí que las conexiones emocionales son el mejor catalizador para trazar esas líneas que apuntan atrás en el tiempo. Estoy un grupo de WhatsApp de mi curso del Colegio, con varios de mis compañeros compartí más de 10 años ahí y después incluso con otros tantos seguimos en la misma universidad. La mayoría vive en Concepción, así que no los he visto en años, el único lazo que tengo con ellos es ese grupo. Entonces cuando supe que Dominga vendría a Santiago un par de días no dudé en contactarla.

La Domi, no sólo es extremadamente simpática, es quizá la más activa en el grupo, siempre está pendiente, pienso que de alguna manera estamos en la misma ¨niebla”. La Domi era de esas amigas que siempre están, de las que participan en todo, desde la fiesta de cumpleaños de tu hermano, así como del Bingo del colegio. Era muy fácil leer su estado de ánimo, era hasta molesto verla tan feliz todo el tiempo, y bueno, las pocas veces cuando estaba triste sus lágrimas afloraban fácilmente.  Hablo de esa amiga a la que le cuentas tus problemas y sabes que no te va a abordar con los suyos. Nunca le pregunté si a veces ella no sentía que se llevaba a casa una carga muy pesada.

-Hola Domi, ahora que vienes a Santiago, ¿Quieres que nos juntemonos un rato a conversar?
-Sí, hola deja ver si tengo tiempo y nos juntamos a tomar un café -me escribió inmediatamente, así que yo lo di por hecho.
-No te preocupes yo me acomodo a tu agenda –de verdad no quería perder la oportunidad de hablar con ella.
-Mmmm, llego a las 10:00 y el congreso parte a las 13:00 –me lo escribió casi como si fuera un problema.
-Extraordinario, tenemos 3 horas –le contesté con entusiasmo.
-¿Y puedes salir de tu trabajo a esa hora? –me contestó ella y pensé: ¿Por qué las minas tienen que ser tan complicadas?, de lo que escribí se entiende que sí ¿o no?.
-Si puedo, por esta oportunidad dejo todo botado –exageré.
-Bien, te aviso cuando llegue y le voy a preguntar a la Jo si puede –me escribió.

No quedó claro ni el lugar ni la hora precisa. No hice más preguntas, pero me quedé pensando en cómo Josefina se podía unir, ¿también viajaba?. Pero en todo caso, pensé que eso no iba a pasar.

El día previsto, a primera hora le dejé un mensaje a Dominga.

-Recuerda avisarme el lugar y hora para que nos reunamos –Le escribí por WhatsApp.
-Sí, yo te aviso dónde vamos a estar para que te vengas –Escribió en plural. En ese momento pensé que se refería a sus colegas.
-Estamos en el Mokka del Parque Arauco -Me dijo al cabo de unos minutos. Era un café para señoras cuicas, creo que nunca he estado ahí, pero a las 11:00 AM, tampoco hay mucho dónde elegir.
-Ok, en menos de media hora estoy allá.

Tomé el auto y partí, eran más de diez años sin vernos. No exageraba, mi entusiasmo era por el reencuentro con alguien con quien compartí gran parte de mi niñez y juventud. Ya imaginaba cuántos lazos, caminos y puentes podíamos hacer.

Me demoré mucho más de lo que pensaba, las calles estaban intransitables. Ojalá la Domi me haya esperado esa media hora – me dije mientras manejaba – Es que al menos yo no sería capaz de estar sentado sólo en un café por treinta minutos. Salvo que el asunto sea muy importante, y en este caso el grado de importancia era muy relativo o incierto.

-Domi, ¿Dónde estás? –la llamé por celular.
-¿Llegaste?, Estamos acá en el Mokka, arriba en la terraza del segundo piso –de nuevo me lo dijo en plural. Así que pensé que iba a conocer a sus colegas.
-Yo soy el de corbata –le dije casi como excusa-. Pero no era verdad.

Iba vestido con una polera sin cuello mal planchada y unos jeans negros viejos. No muy ad hoc como para que me presentara a sus compañeros de trabajo. Me preocupé más por ella, por lo general no soy tímido y yo iba a conversar con mi amiga. Casi corrí subiendo las escaleras.

El sol brillaba con fuerza, así que me costó encontrarla entre las mesas, la Domi me vio antes y me hizo señas desde lejos. Lo primero que distinguí, a pesar de sus anteojos oscuros es que su sonrisa no había cambiado, era la misma chica alegre que recordaba. Avancé entre las mesas y me di cuenta que estaba acompañada, era Jo.

La Jo, era una ex-compañera de curso, un poco rara, enigmática, de esas que es capaz de escuchar en forma interesada tus ideas más extrañas y opinar algo personal sobre ellas. Podía ser tan banal como para recortar una foto de Duran Duran de una revista y tan profunda como para declarar que su artista favorito era Kandinsky. Tenía muchas amigas, pero de alguna manera era solitaria a la vez. Tampoco le podías hacer muchas preguntas personales, generalmente no las respondía. Es que así son las bonitas me decía yo, y Jo si que era bonita, su piel era de color mate durante todo el año, no recordaba bien sus facciones, porque ella sólo necesitaba abrir sus lindos ojos verde claro para que ya no me interesara nada más, la verdad es que nunca me pude acostumbrar a verla.

Esto no podía ser mejor, pero creo que en ese instante no se notó mi felicidad.

Soy torpe socialmente, así que primero me preocupé de saludarlas, tan rápido que no dejé que se pararan, no hubo abrazos, sólo un beso en la mejilla y un intercambio de sonrisas.

-¿Te dejan ir a la oficina vestido así? –me dijo Jo. Fue lo primero que escuché y me quedó claro que a primera vista yo no era lo que se había imaginado después de tantos años.
-Ehmm, jajaja sí –fue mi respuesta, ¿qué más podía decir?
-¿Te quieres sentar aquí que hay más sombra?, yo no tengo problemas con el sol –me dijo amable Jo, al mismo tiempo hizo el ademán de pararse para cambiarse de silla.
-No, muchas gracias, quédate donde estás- le respondí. Habría quedado al medio y a pesar del sol, desde donde me senté las tenía a ambas casi de frente.

¿Qué problemas con el sol podría tener la Jo?, no usaba gafas y el sol hacia que sus ojos brillaran. Sí, los mismos ojos hipnóticos que yo retenía en mi memoria. Mierda –pensé que no me iba a poder concentrar.

Mientras me sentaba me dieron el primer indicio de que esta reunión iba a ser entretenida, un comentario absolutamente femenino, imposible en una reunión de hombres.

-Aún no usamos botox -lo dijeron casi a coro.
-¿…Quéee? – fue tan inesperado que no entendí.
-Que todavía no necesitamos botox -repitió la Jo mientras la Domi se reía.
-Ah, es que ustedes son lindas, para que quieren eso -pensé que era lo mejor que podia decir, en todo caso, no era ninguna mentira.

Al principio nuestra reunión era un interrogatorio, ellas se veían frecuentemente, así que las preguntas iban todas dirigidas a mí. Nada muy personal: Tus hijos, tu trabajo, tu esposa, etc,… Contesté todo mecánicamente mientras las observaba, ya no eran unas niñas, eran dos hermosas mujeres y trataba de conservar la imagen de ese reencuentro reteniendo la mayor cantidad de detalles posibles.

Al cabo de una media hora la conversación se fue moviendo hacia nuestros recuerdos compartidos, los sueños que se cumplieron y los que aún siguen pendientes. Hasta nos sacamos una selfie con el celular de Jo.

-Saliste con los ojos cerrados, tomemos la selfie nuevamente -me dijo Jo mostrándome el teléfono. Miré la foto y ellas dos se veían muy bien, en cambio yo parecía recién salido de un bar a las cinco de la madrugada.

-Pero ustedes se ven bien -contesté y ellas asintieron, así que la foto se subió al grupo de WhatsApp. Siempre es así, las minas suben las fotos en que se ven ricas ellas no más.

-Estamos iguales que antes -decían ambas. Yo no lo sentía así. Eramos distintos, habíamos recorrido demasiados  caminos diferentes,  por elección y a veces porque el destino no nos había dado otra alternativa.

Me enteré de que la Jo se había mudado a Santiago hace unos pocos meses, ella es artista, de las que pintan cuadros llenos de colores. Tiene un par de colecciones muy interesantes, pero como es modesta tuve que preguntarle bastante para conocer más acerca de sus planes ahora que estaba acá. Es que me gusta mucho la pintura.

Ya había pasado casi una hora y el mozo nos interrumpió para traer la cuenta. No soy capaz de concentrarme en más de una cosa a la vez, así que no me di cuenta cómo la Domi cambió el tema y de pronto ella estaba hablando de un tema de actualidad.

-¿Vieron en las noticias que un economista estafó a sus clientes con un sistema piramidal? -dijo Domi de improviso.
¨¿What!!!?, ¿y de dónde salió eso? -pensé.

El cambio de tema mas espectacular que había visto, mejor que un cambio de frente de Messi. A veces las amigas rescatan a la otra. Como a veces soy medio desubicado,  pensé que yo había estado haciendo o hablando algo incómodo sin darme cuenta… es que esos ojos…

-Si lo vi, parece que está en Rumania -dijo Jo, definitivamente yo había hecho algo, aunque no sabía qué.

Traté de decir algo al respecto, como para participar…. La noticia no era nueva, así que mi aporte fue muy pobre. Y mejor decidí volver el reencuentro a su cause normal.

-Domi, ¿De qué es el congreso al que viniste? -dije de sopetón, fue lo mejor que se me ocurrió, pero resultó.

Ya empezábamos a hablar de nosotros nuevamente. Hubo situaciones graciosas como cuando Domi explica que un gringo le quería vender un equipo para su laboratorio.

-Era un equipo grande -dijo Domi haciendo el gesto con las manos.
-Domi, pero el equipo del gringo ¿de que tamaño era? -Le dije de broma, esperando que repitiera el gesto. La Jo se reía.
-Era un aparato grande que había que instalar en la pared -obviamente no había entendido la broma.

Con Jo nos miramos con esa complicidad que solo dan los años de conocernos. Nos reímos y yo repetí:

-Pero Domi, ¿de que porte era el equipo del gringo? -Mientras Jo se reía y me decía que Domi no me había entendido, por supuesto, yo también lo sabía.
-Ya te dije que no me servía, porque había que ponerlo en la pared -volvió a contestar mientras trataba de explicar en términos técnicos.
¨Qué tierna -exlamé en mis pensamientos, aún sigue igual de inocente. En vez de decir eso, dije:
-Sigues igual de gansa- A la vez que le explicábamos la broma.

En algún momento de la reunión les declaré mi admiración por lo talentosas y buenas alumnas que habían sido en el colegio. Yo siempre me sentí intimidado por las mujeres del curso, casi todas excelentes alumnas y mucho mas maduras que la mayoría de nosotros.

-Yo no era mal alumno, en cambio era bien ahuevonado -les comenté… Y se hizo un silencio de varios segundos…

Largos segundos…muy largos…Hasta que primero Jo, después yo y finalmente Domi rompimos a reir.

-Ni siquiera por compasión se les ocurrió decir: Noooo Flavio no eras así -dije fingiendo enojo.

Nos reimos juntos y eso fue la mejor señal para saber que si bien ya no eramos los mismos, la conexión que habíamos forjado años atrás no había cambiado.

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